La chica detrás de la barra mezclaba cerveza clara y Seven-up
Y su sonrisa de hoyuelos y dientes era digna de un anuncio
Como los rostros en las paredes de esa pequeña área de servicio
Mientras mis sueños secretos eran arrastrados por los camiones

Hermosa, con una belleza inmadura, rubia sin parecerlo
Casi triste, como las flores y la hierba en el talud de un ferrocarril
El silencio solo era interrumpido por mis quimeras
Que dibujaba con un dedo en los círculos del vaso

El sol bajo en el horizonte coloreaba el escaparate
Y dejaba destellos e impresiones en la bomba de gasolina
Ella reflejó en la fuente de soda su rostro infantil
Y yo sentía una infelicidad cercana

Avergonzado, pero solo un poco, puse un disco en el jukebox
Para sentirme casi en una escena de una vieja película de Fox
Pero para no lanzarle algún cliché inútil
Tamborileaba un hindú de lata de una caja de té

Pero en el juego debería haberle dicho: "Escucha, quiero hablar contigo"
Luego tomando su mano sobre el mostrador
No sé cómo empezar
¿No ves, no tocas hoy la melancolía?
No dejemos que se desborde: ven, vámonos, vámonos

Terminó en un chirrido mi disco de ambiente
Se oyó un goteo en ese aire de neón y pesado
Superó el tintineo esa frase mía suspendida
Y yo, pero luego llegó una pareja de sorpresa

Y en un instante, como suele suceder, cambió el aspecto de todo
Las cortinas de nylon rosa borraron de golpe cada reflejo
La carretera blanca me llamó
¿Cuánto es? Pregunté, y pagué
Le dejé un níquel de propina, tomé el cambio y me fui

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