Una paloma se posó
Sobre el hombro galoneado
Del Mariscal de Francia
Decoró
La estatua erigida
Con una ofensa gástrica
Mariscales asesinos
En vuestros bustos de bronce
Vuestros pechos soberbios
Vuestras medallas no son
Más que excrementos de palomas
De la mierda

Un niño vino
A los pies de la estatua
Del Mariscal de Francia
Un deseo natural
Lo hizo orinar contra ella
Pero con toda inocencia
Mariscales asesinos
El niño sin darse cuenta
Ha vengado bellamente
A los niños y las madres
Que en vuestras sucias guerras
Habéis masacrado

Un vagabundo se acostó
Una noche justo a los pies
Del Mariscal de Francia
Borracho muerto por la mañana
Vomito su vino
En una inmensa ráfaga
Mariscales asesinos
No merecéis nada
Mejor para vuestros crímenes
Que este homenaje inmundo
Por toda la sangre del mundo
Vertida por vuestros sables

Una pareja de enamorados
Se besa bajo los ojos
Del Mariscal de Francia
Mudo como un viejo bonzo
Permanecerá de bronce
Rígido como una lanza
Mariscales asesinos
El amor no os dice nada
Aparte, por supuesto, del
De la Patria, ay
Esa idea asquerosa
Que a mi vez, maldigo

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