Y hay una caravana,
Tirada por un burro,
En el bosque.
Se pasea
En medio de los robles
Y nunca se pierde.
Excepto cuando el burro ya no sabe a dónde va,
¡Ja! ¡ja! ¡ja!

Un hombrecito
Tan alto como tres manzanas,
Los bolsillos llenos
De pequeños ruidos extraños,
Preguntó por casualidad:
"¿Quieres un amigo,
Un amigo que hace malabares con los ruidos?
¡Ja! ¡ja! ¡ji!"

"Dios mío, qué suerte,
Estábamos buscando para la semana
Nuevos números.
Se hacen tan raros.
Háblanos de tu arte
Inmediatamente"
"Me llamo Pitt Ocha el niño,
¡Ja! ¡ji! ¡jo!"

"Soy un poco malabarista,
Soy un poco domador:
Los ruidos son mis amigos.
Ellos me reconocen
Cuando los acaricio
Y rebotan así
Contra lo que puede hacerlos resonar.
¡Ja! ¡ji! ¡jo! ¡je!"

Así va la historia
Del chico raro,
El domador de ruidos.
En todos los pueblos
Y en todas las edades,
Todo el mundo aplaude
A Pitt Ocha y su gran número,
¡Ho! ¡ja! ¡ji! ¡je! ¡jo!
A Pitt Ocha y su gran número
¡Ho! ¡ja! ¡ji! ¡je! ¡jo!

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