El nomeolvides, y luego la rosa,
¡Son flores que dicen algo!
Pero para amar las amapolas
Y no amar nada más... ¡hay que ser idiota!
¡Quizás tengas razón! solo que:
¡Cuando te lo diga, lo entenderás!
La primera vez que la vi,
Estaba durmiendo, medio desnuda
En la luz del verano
En medio de un campo de trigo.
Y bajo el corsé blanco,
Donde latía su corazón,
El sol, amablemente,
Hacía florecer una flor:
¡Como una pequeña amapola, mi alma!
Como una pequeña amapola.

Es muy curioso cómo tus ojos brillan
Al recordar a la bonita chica!
¡Brillan tan fuerte que es un poco demasiado
Para explicar... las amapolas!
¡Quizás tengas razón! solo que:
Cuando la tomé en mis brazos,
Ella me dio su hermosa sonrisa,
Y luego, sin decirnos nada,
En la luz del verano
¡Nos amamos! ... ¡nos amamos!
Y presioné tanto
Mis labios sobre su corazón,
Que en lugar del beso
Había como una flor:
¡Como una pequeña amapola, mi alma!
Como una pequeña amapola.

No es más que una aventura
Tu pequeña historia, y te juro
¡Que no merece un sollozo
Ni esa pasión... por las amapolas!
Espera el final! lo entenderás:
¡Otro la amaba a ella, pero ella no lo amaba!
Y al día siguiente, cuando la volví a ver,
Estaba durmiendo, medio desnuda,
En la luz del verano
En medio de un campo de trigo.
Pero, sobre el corsé blanco,
Justo en el lugar del corazón,
Había tres gotas de sangre
Que parecían una flor:
¡Como una pequeña amapola, mi alma!
Una pequeña amapola.

CONSULTER LES PAROLES ORIGINALES