Era una pequeña felicidad
Que había recogido
Estaba todo en lágrimas
Al borde de un foso
Cuando me vio pasar
Empezó a gritar:
"Señor, recógeme
Llévame a tu casa"
Mis hermanos me han olvidado, he caído, estoy enfermo
Si no me recoges, voy a morir, ¡qué balada!
Me haré pequeño, tierno y sumiso, te lo juro
Señor, te lo ruego, líbrame de mi tortura"

Tomé la pequeña felicidad
La puse bajo mis harapos
Dije: "No debe morir
Ven a mi casa"
Entonces la pequeña felicidad
Hizo su curación
Al borde de mi corazón
Había una canción
Mis días, mis noches, mis penas, mis duelos, mi mal, todo fue olvidado
Mi vida de desocupado, tenía asco de volver a empezar
Cuando llovía afuera o cuando mis amigos me causaban penas
Tomaba mi pequeña felicidad y le decía: "Eres mi reina"

Mi felicidad floreció
Hizo brotes
Era el paraíso
Se veía en mi frente
Pero una bonita mañana
Que silbaba este estribillo
Mi felicidad se fue
Sin darme la mano
Por mucho que le suplicara, la mimara, le hiciera escenas
Mostrarle el gran agujero que me hacía en el fondo del corazón
Siempre se iba, con la cabeza alta, sin alegría, sin odio
Como si ya no pudiera ver el sol en mi casa

Pensé en morir
De tristeza y aburrimiento
Había dejado de reír
Siempre era de noche
Me quedaba el olvido
Me quedaba el desprecio
Finalmente me dije:
"Me queda la vida"
Tomé mi bastón, mis duelos, mis penas y mis harapos
Y golpeo la suela en países de desafortunados
Hoy, cuando veo una fuente o una chica
Hago un gran desvío o cierro los ojos
Hago un gran desvío o cierro los ojos...

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