El soldado vino llamando a la puerta de la Reina
Dijo, "Ya no estoy luchando por ti"
La Reina sabía que había visto su cara en algún lugar antes
Y lentamente lo dejó entrar

Dijo, "He observado tu palacio aquí en la colina
Y me he preguntado quién es la mujer por la que todos matamos
Pero me voy mañana y puedes hacer lo que quieras
Solo primero te pregunto por qué"

Abajo en el largo y estrecho pasillo fue conducido
A sus habitaciones con sus tapices rojos
Y ella nunca se quitó la corona de la cabeza
Le pidió que se sentara allí

Dijo, "Te veo ahora, y eres tan joven
Pero he visto más batallas perdidas que ganadas
Y tengo esta intuición, dice que todo es por tu diversión
Y ahora, ¿me dirás por qué?"

La joven reina, lo miró con un ojo arrogante
Dijo, "No entenderás, y es mejor que no lo intentes"
Pero su cara era de niña, y él pensó que lloraría
Pero ella se cerró como un abanico

Y dijo, "He tragado un hilo secreto ardiente
Me corta por dentro, y a menudo he sangrado"
Él puso su mano entonces sobre su cabeza
Y la inclinó hacia el suelo

"Dime, ¿cuánta hambre tienes? ¿Qué tan débil debes sentirte
Viviendo aquí sola, y nunca te revelas?
Pero no marcharé de nuevo en tu campo de batalla"
Y la llevó a la ventana para ver

Y el sol, era dorado, aunque el cielo, era gris
Y ella quería más de lo que jamás podría decir
Pero sabía cuánto la asustaba, y se dio la vuelta
Y no quiso mirar su cara de nuevo

Y él dijo, "Quiero vivir como un hombre honesto
Obtener todo lo que merezco y dar todo lo que pueda
Y amar a una joven que no entiendo
Su alteza, tus maneras son muy extrañas"

Pero la corona, había caído, y pensó que se rompería
Y se quedó allí, avergonzada por el dolor de su corazón
Lo llevó al umbral y le pidió que esperara
Solo estaría un momento dentro

A lo lejos se escuchó su orden
Y el soldado fue asesinado, aún esperando su palabra
Y mientras la Reina seguía ahogándose en la soledad que prefería
La batalla continuó

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