Desde tu partida, Lyon es una estación y yo me he quedado lionés.
Tú estás en la línea, yo en la consigna con mis monedas.
Y las vueltas del reloj me aprietan la garganta.
Cada segundo me mata.
¿Se sabe dónde te alojas? ¿Cuándo volverás?
Qué punzantes son estas preguntas.
Y a lo largo del Ródano, es por tu fantasma que dejo colgar mi mano.
Maldiciendo tu nombre porque, desde la cabaña, me haces tomar el camino.
Y las vueltas del reloj me aprietan la garganta.
Cada segundo me mata.
¿Se sabe dónde te alojas? ¿Cuándo volverás?
Qué punzantes son estas preguntas, qué punzantes son estas preguntas.
Y luego vuelves a mi vida cotidiana, me entero por el diario del día
Que hoy las campanas celebran tus bodas con otro, mi amor.
Y las vueltas del reloj me aprietan la garganta.
Cada segundo me mata.
¿Se sabe dónde te alojas? ¿Cuándo volverás?
Diablos, qué punzantes son estas preguntas.
Cuando otros encuentros desajustan mi reloj, entonces conozco el descanso
Pero cada vez que tengo noticias de ti, corro tras mi sombrero.
Y las vueltas del reloj me aprietan la garganta.
Cada segundo me mata.
¿Se sabe dónde te alojas? ¿Cuándo volverás?
Qué punzantes son estas preguntas, qué punzantes son estas preguntas.

CONSULTER LES PAROLES ORIGINALES