Podría soportar el frío, el dolor, el hambre
Podría vivir en la agonía, en la tristeza, en la rutina
Podría desafiar el tiempo, llenar los vacíos, incluso las arrugas
Podría olvidar quién soy, perder mis sueños, mi autoestima
Podría aguantar el desprecio, la ingratitud y el odio
Podría abrazar el aburrimiento, la soledad, la monotonía
Podría no volver a nadar, viajar o caminar
Podría no volver a hablar, cantar y amar
Podría nacer otra vez para rehacer todo pero peor
Y no tener ni padre, ni madre, ni canción de cuna, ni sonrisa

No tengo miedo de la vergüenza, de la crítica, del rechazo
Podrían escupir en mi tumba, ensuciar mi nombre, mi pasado
Y podría todos los días callarme, agachar la cabeza
Todas las noches, cerrar los ojos en una cama llena de espinas
Abandonaría a mis amigos, mi patria, mi familia
Podría vender mi alma al Diablo y hasta le haría un precio
Porque ayer, no veía nada, solo el caos y la miseria
Porque hoy, hay esta felicidad que me quema por dentro
Si ya no estuvieran en este mundo
No me importaría nada
Si ya no escuchara sus risas
No tendría nada que perder
Sin ustedes mis ángeles, sería el Infierno en la Tierra
¿De qué me serviría vivir si ya no fuera su madre?

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