Hoy hablé con una poesía

Era poesía sin pié ni cabeza,
pero tenía corazón y oído
succionado en el aire de mi aliento,
absorbió el viento en el follaje,
susurro en el árbol de la yaca,
el gorjeo de los pájaros invisibles ...

Era poesía sin pié ni cabeza,
pero soñé con mejores días,
disminuyó mi anhelo y mi dolor,
llenó de colores mis retinas,
me hizo erizar por el aire ...

Hoy hablé con poesía
y la poesía me habló,
Hablé horas y fui buen testigo
que no necesito nada mas
solo una fantasía, un viento,
un oído y ojos atentos,
aprovechar el momento fugaz,
almacenar en la memoria afectiva,
cada rima y verso de esa poesía: ¡tú!