Comida en el desagüe

Oh, Jequié, donde la inundación viene a brindar,
Con un río que insiste en ensanchar,
Cubriendo puentes, engullendo la ciudad,
Y recordándonos la cruel realidad.

Comercios perdiendo, comidas en el desagüe
y yo y mi familia, en la basura asquerosa
sumergiéndonos en el agua para encontrar comida
para alimentar a una familia pobre y jodida.

No fue la presa la que trajo el horror,
Fue el hambre lo que nos hizo devoradores,
De alimentos podridos, de restos rechazados,
En medio del caos, nos convertimos en soldados.

Rostros decepcionados, manos en el canal a buscar,
Por un trozo de pan que pudiera alimentar,
China, la hermana que escondía el pan,
Para los hermanos, en un gesto de compasión.

Pero el escenario era otro, la miseria reinaba,
Nuestra comida sentida, en la basura se hallaba,
Tumores y pus, en gallinas podridas,
Y el tendón de moscas, nos llenaba de miedos.

Madre, tus promesas de Jesús y maná,
Nunca llegaban, y el hambre se perpetuaba,
Puré de agua fría, nuestra cena frecuente,
Y la carne podrida, un lujo indecente.

Así vivíamos, entre la inundación y el desagüe,
Comiendo de la basura, sin ningún decoro,
Y la ciudad, ah, Jequié, tú nos moldeaste,
En esta sarcástica y crítica realidad.