Ay Dios, qué va a ser de mí,
de tanto jugar contigo
me he acabado convirtiendo
en un recuerdo de mí mismo.
Ya no busco por la noche
en mis sueños mi camino.
Despierto solo por verte,
ya no es en mí donde vivo.
Ahora lo bueno y lo malo
me vienen de ti,
ay, Dios, qué va a ser de mí.

Que ya no tengo suerte que me ampare
ni suerte que me acoja,
y ella tenía el cuidao que yo no tengo
de mi persona.
El pasado no me importa,
el porvenir ya no me inquieta,
ahora solo son tus ojos
lo único que me interesa.

Y ahora que tú no me quieres
qué va a ser de mí.
Voy a morirme de pena.

Puede que de abrirme tanto
vaya a morirme de pena.
La verdad será cualquiera,
yo ya no soy como era.

(Que yo ya no soy como era).

Ahora que tú no me quieres
qué va a ser de mí.
Ahora que todas las cosas
las veo de diferente manera.