Sentarme en un banco cinco minutos contigo
Y mirar a la gente, mientras haya
Hablarte del buen tiempo que está muerto o que volverá
Apretando en mi mano tus pequeños dedos
Luego dar de comer a palomas tontas
Darles patadas falsas
Y escuchar tu risa que resquebraja las paredes
Que sabe sobre todo curar mis heridas
Contarte un poco cómo era de niño
Los fabulosos caramelos
Que robábamos en la tienda
Carensac y Minto, caramelo a un franco
Y los vientos ganadores del mistral

Caminar bajo la lluvia cinco minutos contigo
Y mirar la vida mientras haya
Contarte la Tierra mientras te devoro con los ojos
Hablarte un poco de tu madre
Y saltar en los charcos para hacerla enfadar
Destrozar nuestros zapatos y reírnos
Y escuchar tu risa como se escucha el mar
Parar, volver atrás
Contarte sobre todo los Carambars de antaño y los Coco Boer
Y los verdaderos Roudoudous que nos cortaban los labios
Y nos arruinaban los dientes
Y los vientos ganadores del mistral

Sentarme en un banco cinco minutos contigo
Y mirar el sol que se va
Hablarte del buen tiempo que está muerto y me da igual
Decirte que los malos, no somos nosotros
Que si yo estoy loco, solo tengo tus ojos
Porque tienen la ventaja de ser dos
Y escuchar tu risa volar tan alto
Como vuelan los gritos de los pájaros
Contarte finalmente que hay que amar la vida
Y amarla incluso si
El tiempo es asesino
Y se lleva consigo las risas de los niños
Y los vientos ganadores del mistral
Y los vientos ganadores del mistral

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