Por la casa de los sueños hay mil sierpes en su camino,
"si te miro me hipnotizo, me hipnotizo y te miro"
dijo el chico recogiendo narcisos bajo el árbol
donde cuelgan los espejos de triste duende encantado.

Choca su cara, se desfigura el rostro
por el vidrio que corta su piel desgarrándole todo.
Su familia le niega le dice que es otro,
roto por dentro el niño entonces se tira a un pozo.

Llora y le llena la pena que le cosecha,
mientras una rata cena de su piel La ve,
y le saluda…

La rata le escucha, se calla y se miran…
Se besan en zoofila. Hoy cruzan la línea
se queman los labios de amor y de risa íntima.
A toda la familia le presenta a la rata,
y prueban la vida de humanidad por su garganta, a la rata le encanta.

"Dame más humano, tengo hambre amor".
Le da a su pueblo entonces llega la infección.
Ratas tras las paredes propagando la peste,
Jinetes de la muerte para humanidad viviente.

Lo salva el duende, con su espejo roto
quema el pasto poco a poco,
se prenden las casas,
Crepita la carne de la asquerosa rata
mientras el pueblo se reduce devorado por las llamas.

Y esta es una puerta de la casa sueños
aquí naufragan las mentes dormidas.
Un amplio orificio donde miras
permite que salgan las pesadillas.