Acostumbrado a ciertos golpes.
No queman los azotes, como la libertad.
Aquel desierto que atraviesa
reclama los rincones de toda la ciudad.
Me sigue a donde voy

Soy yo, la jaula.
El monstruo preso bajo el colchón.
Soy yo, la jaula.
El lobo que persigue mi voz.

El mundo nunca se resuelve
Mis ojos lo devuelven, revuelto como yo.
Lo otro nunca es lo que duele:
mis ojos solo entienden el mundo como soy.
Me sigue a donde voy

Soy yo, la jaula.
El monstruo preso bajo el colchón.
Soy yo, la jaula.
El lobo que persigue mi voz.

Al día de hoy, nada más
releo noticias de ayer.
Si no encuentro un mundo ya,
no escribiré sin temer.
Hoy desbordó ese reloj
La casa por fin se inundó.
Ahogado en momentos me voy,
feliz de no ser más quién no soy.

Basta! Me voy!
Navego sobre mi inundación.
Basta! Me voy!
Feliz de no ser más quien no soy.