Agua, tú que brotas desde el cielo
Agua lágrimas y sal,
De las babas de mi boca,
Del sudor de mi entrepierna,
Agua buena, siempre buena,
Que me hidrata y quita pena.
Agüita ¿dónde andarás?

Agua, tú que rompes el cemento.
Agua libre de quebrada,
De las napas y los ríos,
Lagos, océano infinito,
De cascadas y garúa,
Agua turbulenta y pura.
Agüita ¿por dónde vas?

Agua, cómo le digo a mi niña
Que, aunque tú eres la abundancia,
En los ríos de mi infancia ya no corre ni una gota,
Que en la era malparida de la industria y la vergüenza,
Se te puso nombre y precio y ahora eres de las empresas
Que saquean, no alimentan.
Agüita vuélvete ya.

Agua, te esperan los animales,
Las semillas en la tierra, los vasos sobre la mesa.
Agua, no más químicos en tus venas,
Que nos pudre y envenena.

Para que adorne la mente
Desde ahora en el relato,
Imaginen una escena para el mundo ver caer.
Muy profundo entre tinieblas,
En el centro del planeta,
Desde el magma una culebra
Va avanzando para ver
Lo que acá en la superficie
Está pasando con la tierra,
Con el agua, con el aire,
Y no lo puede creer.
La serpiente es vengativa
Y va buscando a los culpables,
Les arranca la cabeza y ellos pierden su poder.

Luego vienen aluviones,
Meteoritos, terremotos,
Huracanes y erupciones.
Llegará el día en que ya
No haya rastro de esta especie.
El agua libre será como lo ha sido siempre.