Húmedo y lleno de barro y también con hambre,
muerto de frío, solitario y también con hambre.
¿Por qué tomé esa nave, para conocer ciudades?
En un planeta en guerra de amplio e inigualables mares.

Donde el sol que sale me quema con brillo azul,
la gravedad me pesa y hay demasiada luz.
Mis jefes serán reyes de estrellas de astronaves.
pero yo soldado raso pago conmigo sus males.

Aquí no gana nadie, peones actuando en guerra
mientras que los que gobiernan están en segura tierra.
Por ellos y su bandera me juego hoy mi cabeza
aunque no sepan mi nombre, mi rostro, mi fuerza.

Nadie me contó del sol
ahora quema, maldición,
ardo asado sin control.
Ruedo en el suelo, yo
como si fuese una peonza.
Apago la llama y la sequedad me nombra.

Llega la humedad, el frío y también el polvo.
Un fuerte viento cuela arenisca en mis ojos.
Me siento hambriento, lloro mientras pienso en mi casa...
qué lejos me queda, odio esta guerra insana.

Llega la otra raza, me oculto mientras cargo el fusil.
Disparo, ellos gritan, luego dejan de vivir.
Me extraña su sonido, lo emiten por el viento.
Su cuerpo es asqueroso, son bípedos con pelos.

Su piel es blanda, ausente de escamas,
son extraños monos venidos de otra galaxia.
Sólo tienen dos brazos, dos piernas , piel blanca,
no entiendo su lengua, diminuta y rara.

Son criaturas desprovistas de hermosura,
bípedas figuras sudan, tienen extraños lenguajes
Simulan otra piel con sus gruesos ropajes.
Llegaron a mi mundo del espacio, con su nave.