Aaaain Aaaain Aaaain
En la noche tan serena, nuestros cuerpos se encuentran,
Cada toque y susurro, un deseo que se aumenta,
Tu piel y mi piel se rozan, en un juego tan divino,
En esta danza de pasión, sentimos el destino.

Cada beso es un gemido que en la oscuridad resuena,
Y el calor de nuestros cuerpos se eleva y se envenena,
Los suspiros se entrelazan con el ritmo del corazón,
En esta entrega total, no hay freno ni razón.

En el éxtasis de la noche, todo se torna un festín,
Solo el placer nos guía, sin restricciones, sin fin,
Nuestros cuerpos se abrazan, en un poema sin igual,
Donde cada caricia y cada gemido son el final