En la ciudad de las flores habita un gato elegante, que a todos encanta con su suave caminar. Lleva un traje formal hecho de pelo y obsidiana que brilla con el sol. Nacido en la noche de las brujas, la magia de sus patitas suaves no es del diablo, sino de su balada de descontrol.

A ese gato le gusta bailar, ese gato quiere merengue. A ese gato le gusta bailar, ese gato exige cumbia. A ese gato le gusta bailar, ese gato es Mefistófeles.

El aquelarre no empieza hasta que él llega, porque con su música trae las llaves del mal. Mirando tiernos ojitos ya sabes que te acaba de condenar. Donde está él la fiesta no termina, porque su ronroneo feroz es una invocación y sus garritas en tu pecho un caótico ritual.

A ese gato le gusta bailar, ese gato quiere merengue. A ese gato le gusta bailar, ese gato exige cumbia. A ese gato le gusta bailar, ese gato es Mefistófeles.

Baila, Baila, Baila en nombre de Mefistofeles!!! Baila, Baila, Baila, sin parar!

A ese gato le gusta bailar, ese gato quiere merengue. A ese gato le gusta bailar, ese gato exige cumbia. A ese gato le gusta bailar, ese gato es Mefistófeles.