Te recuerdo así, fugándome en una vieja avioneta,
surcando el cielo azul del Tucumán.

Arañabas mi costado.
Creo que te dije todo
pero vos buscabas oro en mi Vietnam.

Te dije que en navidad la depresión es como pan dulce y el turrón.
Tenés razón, tenés razón, va.

Lazo que no ahorca llega hasta el final.
La hija del carancho
está aprendiendo a volar. Jesús no fue un pirata, caminaba sobre el mar.
Está soplando el viento y no hay bombones
en su caja, majestad.

Qué esperabas ver en este lugar, sabés como es el orden:
bautismo, abismo, aplauso y funeral…

Avanzabas a mi lado, pero soy un solitario.
No queda nadie a quien torturar.

Te dije que prefiero el río más marrón

A tu pileta de natación. Tenés razón, tenés razón, va.