Yo pensaba que podía olvidar pero vuelvo tras tus pasos.
Vos decís que estás cuando no estás y me dejas hecho pedazos.

Sentí tu boca en la mía y te dejé justo enfrente de tu casa.
Sentí tu boca de niña me acordé de todo lo que me pasa.

Pero somos un rayo
para esta ciudad dormida. Ahora voy navegando contra mi voluntad rendida.

Paseamos en auto toda la noche y me fuiste cocinando.
Se me acabaron las palabras, las rimas pero igual seguí cantando.

Vengo arreglando las velas, la tormenta te lastima.
Vengo rengueando tu camino pero vengo, aún, todavía.

Pero somos un rayo
para esta ciudad en ruinas. Ahora voy navegando contra mi voluntad dormida.

Puede que la correntada te aleje de mi canción.
No olvides que yo te espero en la ruta del Camarón.