He visto los árboles
En el corazón de la tormenta
En los cielos más claros
Los he visto respirar
Los he visto caer
Los he visto volar

La suave brisa que agita su corona
Fluye de la tormenta que los derriba
Oh, que podamos luchar
Y que podamos valsar
Y que podamos encontrar armonía
Como el viento y el árbol

He visto el mar
Dar a los hombres un hogar
Y ahogarlos también
La he visto guiar
A los hombres de vuelta a la orilla
Para empezar de nuevo

Pero nunca pasa mucho tiempo antes
Un viejo anhelo surge por
Las noches acunadas
El llamado de la sirena
Permíteme siempre volver a ti
Como los marineros al mar

Un día me caí
Y me rompí la muñeca
Yacía quieto en el suelo
Las hormigas llevaban pequeñas ramitas
Sobre mi mano quieta
Algunos niños alrededor me despreciaban
Sin embargo, no escuché ningún sonido
Entonces, cuando empezaron a patear mi espalda
Me hundí en la arena

Profundamente, me hundí profundamente
Hasta que fui parte de todo
Y en un grano de arena, vi la paz en la tierra santa
Y te vi justo frente a mí
Polvo sagrado sin forma, irradiando luz y confianza
Cubriendo todo daño en sombra
Entonces en una gota de sangre
Vi guerras luchadas por el bien
Y te vi abrir camino a la verdad del hombre

Solo por un rato
Aunque solo suficiente
Para perder mi juventud
Desde aquel día
He estado corrupto

Porque me he aferrado a la fe
Y he estado llamando a su puerta
Para verte una vez más
Rogando nunca decir la verdad
Más de lo que hablo de ti

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