Gracias, Señor, por sembrar en mi interior
regalando tu palabra que renueva el corazón.
Quiero recibir tu semilla en mi
para que crezca y permanezca.
Y transforme mi ser en un nuevo amanecer
dejando atrás toda oscuridad.

Gracias, Señor, por hablar al corazón
y enseñar que en lo pequero
está la clave de tu Reino.
Quiero recibir tu gracia en mi
para que crezca y permanezca
esa pequeñez que encierra inmensidad
esa pequeñez que todo puede transformar.