Cuantas veces me pregunto Señor, ¿Por qué un ser débil soy?
¿Por qué hay dentro de mí, tantas cosas que no puedo cambiar?
¿Por qué no hago el bien que quiero, sino, el mal que hay en mí?
¿Por qué me asustan mis miedos? ¿Por qué no puedo seguir?
Y me pregunto ¿Por qué? ¿Por qué Señor, Tú, me amas?
Y me pregunto ¿Por qué? ¿Por qué Señor, Tú, me amas?

Mi gracia te basta, en tu debilidad está mi fuerza,
mi gracia te basta, en tú debilidad esta mi fuerza.

Si nadie te ama, mi alegría es amarte,
si lloras, estoy deseando consolarte;
Si débil te sientes, Yo te daré, Yo te daré mi fuerza,
si inútil te crees, Yo no puedo prescindir de ti.

Mi gracia te basta, en tu debilidad está mi fuerza,
mi gracia te basta, en tú debilidad esta mi fuerza.

Tu gracia me basta (mi gracia te basta),
en mi debilidad, está tu fuerza (mi fuerza),
tu gracia me basta (mi gracia),
en mi debilidad esta tu fuerza.

Mi gracia te basta (me basta),
en tu debilidad está mi fuerza (tu fuerza).
Tu gracia me basta (mi gracia te basta),
en mi debilidad esta tu fuerza (mi fuerza).