Tú que conoces mis defectos
Tú que vienes a mi encuentro
Tú que no necesitas nada,
te entregaste por mí...

Tú, amando hasta el extremo
Tú, cargando con el madero
Tú, soportando las espinas,
te entregaste por mí...

Hoy contemplo el Misterio de la cruz
Y hay tantas cosas que no comprendo, mi buen Jesús
¿Cómo es posible que abrazaras tanto dolor por este pecador?

Y hoy que en cada Eucaristía presente está
tu cuerpo, sangre, alma y divinidad,
me pides que me haga templo para albergar
a un Dios hecho pan.

Tú que perdonas mis ofensas
Tú que me invitas a tu mesa
Tú que iluminas mi camino,
y me acompañas en él...

Hoy contemplo el Misterio de la cruz
Y hay tantas cosas que no comprendo, mi buen Jesús
¿Cómo es posible que abrazaras tanto dolor por este pecador?

Y hoy que en cada Eucaristía presente está
tu cuerpo, sangre, alma y divinidad,
me pides que me haga templo para albergar
a un Dios hecho pan.

Y hoy que en cada Eucaristía presente está
tu cuerpo, sangre, alma y divinidad,
me pides que me haga templo para albergar
a un Dios hecho pan
a un Dios hecho pan.