Juana, la mañana en el pañuelo que no deja ver el pelo,
Que no lo deja asomar, líneas bien surcadas por los años,
Solamente aquel peldaño le ha quedado sin pisar.
Líneas bien surcadas por los años,
Le faltaba este peldaño: ser la Juana de su Juan.

Juan, mal dormido por los nervios,
La vigilia entre los sueños lo ha cargado de ansiedad.
Piensa, al mirarse en el espejo,
cómo fue de sabio el tiempo en traernos hasta acá
Piensa, al mirarse en el espejo,
Que por diablo o por viejo uno aprende a esperar.

Y dirá la Juana, y dirá su amor, pedirán al tiempo quiera por los dos,
Vamos despacito caminando
Por el puente disfrutando de este día de este sol,
Vamos despacito caminando,
Como todos estos años, sólo acompañándonos.

Juana, que se ha puesto su vestido
Té con leche que ha cosido justo para la ocasión.
Juan, perfumado como un lirio,
Los gemelos de su tío, cuello blanco y almidón,
Juana, té con leche su vestido,
Juan que huele como un lirio, justo para la ocasión.

Vamos, dice Juana, que es temprano
Y lo toma de la mano, la otra mano en el bastón,
Vamos despacito, caminando,
Por el puente disfrutando de este día, de este sol,
Vamos despacito, caminando,
Una mano va del brazo, la otra mano en el bastón.

Y dirá la Juana, y dirá su amor, pedirán al tiempo quiera por los dos,
Se irán despacito, caminando
Por el puente, disfrutando de este día de los dos,
Se irán despacito, caminando,
De la mano y por si acaso, con paraguas bajo el sol.