Bésate en mis sueños,
deja escapar tu sombra,
cierra tus ojos bellos.

Bésate en mis sueños,
deja escapar tu sombra,
cierra tus ojos bellos.

Estamos a cinco centímetros del sueño y del cielo,
no sé si cayendo o yendo
cuando los dos somos el centro
el vaivén es del cielo es del suelo,
nosotros estamos quietos,
quietos,
a cinco centímetros de todo.


Es mi capricho el que se fuga
yo permanezco ilesa en mi cama,
dispongo de todas las horas sin fenecer
y los días no cambian y la cama se agranda.
Las pequeñas flores cantan en el funeral del sol,
con su último aliento cubren la despedida
y enfrían el paisaje de un mundo
que, irredento y muerto viajará por los cielos gestantes.
Las niñas no sabían cómo acariciar el desastre,
las mujeres no queríamos dejar de estar desnudas nunca pero
la noche nos tomó sin espanto
y no hay consuelo entre las multitudes desaparecidas.

Quiero vivir!

Bésate en mis sueños,
deja escapar tu sombra,
cierra tus ojos bellos.

Bésate en mis sueños,
deja escapar tu sombra,
cierra tus ojos bellos.