Amanece en estampida
mi primer hijo es el que nació.
De una senda y bienvenida
una autopista en mi corazón.

Ya no habrán horas perdidas,
ya no habrá tiempo para perder.
Que comience a andar la vida
a dar sus golpes sobre la piel.

Y traiga más luz el día,
toda la fuerza para crecer,
y aprende esta melodía,
y enciende todo tu ser.

Lejos están los días
de la tormenta que se llevó
techos y tolderías,
rabia y desilusión.
Carguen las baterías
que ahora el refugio lo canto yo.

Te dejo una luz prendida
para que aprendas y puedas ver
las formas que hay escondidas
las sombras en la pared.