Era un zapatero, sin nada en particular
En un pueblo cuyo nombre se me ha olvidado
Que hacía zapatos tan bonitos, tan ligeros
Que nuestras vidas parecían un poco menos pesadas para llevar

Le dedicaba tiempo, talento y corazón
Así pasaba su vida en medio de nuestras horas
Y lejos de los hermosos discursos, de las grandes teorías
A su tarea cada día, se podía decir de él
Él cambiaba la vida

Era un profesor, un simple profesor
Que pensaba que el conocimiento era un gran tesoro
Que todos los menos que nada tenían para salir adelante
Que la escuela y el derecho que cada uno tiene de instruirse

Le dedicaba tiempo, talento y corazón
Así pasaba su vida en medio de nuestras horas
Y lejos de los hermosos discursos, de las grandes teorías
A su tarea cada día, se podía decir de él
Él cambiaba la vida

Era un pequeño hombre, solo un pequeño hombre
Torpe y soñador, un poco fallido en resumen
Se creía inútil, desterrado de los demás hombres
Lloraba sobre su saxofón

Le dedicó tanto tiempo, lágrimas y dolor
Los sueños de su vida, las prisiones de su corazón
Y lejos de los hermosos discursos, de las grandes teorías
Inspirado día tras día de su aliento y sus gritos
Él cambiaba la vida
Él cambiaba la vida
Él cambiaba la vida
Él cambiaba la vida
Él cambiaba la vida
Él cambiaba, él cambiaba la vida
Él cambiaba la vida
Él cambiaba la vida

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