Cuando te visitaba por la noche
Me sentía impotente
Escuchaba tus llantos de desesperación
Pero yo no era más que un niño
Hubiera querido tanto poder ayudarte
Pero no podía hacer nada
Cuando aquel que se suponía debía amarte
Te hacía vivir un infierno

Me gustaría retroceder el tiempo
Para secar tus lágrimas
Hubiera reaccionado de otra manera
Si hubiera tenido las armas
Me quedé impotente
Cuando ensuciaba tu alma
Porque yo no era más que un niño
Que rezaba para que lo condenaran
Cuando él bebía, yo también sufría sus golpes
Pero aún así estaba lejos de sospecharlo todo
En la escuela, inventábamos historias
Para justificar los moretones que teníamos en el cuello
Si supieras cuánto me culpo
Por haberlo dejado hacer
Sabiendo que tu único deseo
Era que escucharan tus oraciones
Debería haber hecho lo mejor que podía
Después de todo, yo era tu hermano
Pero tenía demasiado miedo
De aquel que era mi padre

Cuando te visitaba por la noche
Me sentía impotente
Escuchaba tus llantos de desesperación
Pero yo no era más que un niño
Hubiera querido tanto poder ayudarte
Pero no podía hacer nada
Cuando aquel que se suponía debía amarte

Te hacía vivir un infierno

Ahora he crecido y todavía me culpo
Porque era demasiado pequeño para acudir en tu ayuda
Sin embargo, debes saber que no fui sordo a tus gritos
Creer que estaba escrito, no tenía ningún recurso
Las paredes parecían tan delgadas
Cuando escuchaba tus llantos
Cuántas veces soñé con matarlo con mis propias manos, hermana
Lo único que me devuelve la sonrisa
Es saber que debe vivir con el peso de sus errores
Sí, debías temer tanto
El momento de acostarte
Quizás te preguntabas
Si vendría a tocarte
En esa relación forzada
No había equidad
Así que preferiste
Terminar y dejarnos

Cuando te visitaba por la noche
Me sentía impotente
Escuchaba tus llantos de desesperación
Pero yo no era más que un niño
Hubiera querido tanto poder ayudarte
Pero no podía hacer nada
Cuando aquel que se suponía debía amarte
Te hacía vivir un infierno

Cuando te visitaba por la noche
Me sentía impotente
Escuchaba tus llantos de desesperación
Pero yo no era más que un niño
Hubiera querido tanto poder ayudarte
Pero no podía hacer nada
Cuando aquel que se suponía debía amarte
Te hacía vivir un infierno

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