Soy la lluvia que lanza la arena del Sahara
Sobre los automóviles de Roma
Soy la sirena que baila
La valiente Iara
Agua y hoja de la Amazonía
Soy la sombra de la voz de la matriarca de la Roma Negra
No me atrapas
Ni siquiera llegas a verme
Mi sonido te ciega, careta, ¿quién eres tú?
¿Quién no sintió el swing de Henri Salvador?
¿Quién no siguió a Olodum balanceándose en Pelô?
¿Y quién no rió con la risa de Andy Warhol?
Quién no, quién no y ni siquiera dijo que no

Soy un negro norteamericano fuerte
Con un pendiente de oro en la oreja
Soy la flor de la primera música, la más antigua
La espada más nueva y su corte
Soy el olor de los libros desesperados
Soy Gitá Gogóia
Tu ojo me mira pero no puede alcanzarme
No tengo elección, careta, voy a descartar
¿Quién no rezó la novena de Doña Canô?
¿Quién no siguió al mendigo Joãozinho Beija-Flor?
¿Quién no amó la elegancia sutil de Bobô?
Quién no es Recôncavo y ni siquiera puede ser reconvexo

Soy un negro norteamericano fuerte
Con un pendiente de oro en la oreja
Soy la flor de la primera música, la más antigua
La espada más nueva y su corte
Soy el olor de los libros desesperados
Soy Gitá Gogóia
Tu ojo me mira pero no puede alcanzarme
No tengo elección, careta, voy a descartar
¿Quién no rezó la novena de Doña Canô?
¿Quién no siguió al mendigo Joãozinho Beija-Flor?
¿Quién no amó la elegancia sutil de Bobô?
Quién no es Recôncavo y ni siquiera puede ser reconvexo

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