Dicen que no puedes inventarte una vida,
Possé, mírame.
Estoy balanceándome sobre una cuerda,
si me caigo, es porque yo mismo aflojé.

No puedo ser feliz rodeado de tanta mierda,
Si no me sirve, debería correr a apretar el botón,
Pero quieren que callemos hasta nuestras alegrías,
Y yo… no logro entenderlo.

Es que me da calor pensar en cerrar la boca,
La plata de lo que me imponen, ¿En qué la usan?
Es que me da calor pensar cerrar la boca,
¿La plata que me quitan, en qué la usan?

Calóriko,
Ay, qué color,
Me va a representar hoy.

Es calóriko,
Lo opuesto de lo armónico,
Todavía hace calor
En la habitación del pánico.

Calóriko,
Ay, qué color,
Me va a representar hoy.

Es calóriko,
Lo opuesto de lo armónico,
Todavía hace calor
En la habitación, ahh.

Decí que no me avivé, de cerrar antes de acostarme,
Ahora estoy durmiendo con todo el tufo,
No quiero ya moverme hacia ninguna parte,
Quizás ser ermitaño es mi rumbo.

Ya mis dedos no quieren ni siquiera enrolarse,
Un faso.
Y mi lengua no quiere pronunciar,
Elige el fracaso.

Las ideas salen caras,
Caras me salen las ideas,
El tiempo ni lo valoro,
No tiene ningún precio para mí.

Y, aun así,
Lo voy perdiendo,
Es el colmo,
Soy un calco,
Un idéntico,
Mimético,
Lo mismo que el frío, pero lo opuesto.

Calóriko
Ay, qué color,
Me va a representar hoy.

Es calóriko,
Lo opuesto de lo armónico,
Todavía hace calor
En la habitación del pánico.

Calóriko,
Ay, qué color,
Me va a representar hoy

Es calóriko,
Lo opuesto de lo armónico,
Todavía hace calor
En la habitación del pánico.

Calóriko,
Ay, qué color,
Me va a representar hoy.

Es calóriko,
Lo opuesto de lo armónico,
Todavía hace calor
En la habitación del pánico.

Todavía hace calor
En la habitación del pánico.

Calóriko,
Lo opuesto de lo armónico,
Todavía hace calor