Todos me dicen el negro, llorona,
negro y cariñoso.
Todos me dicen el negro, llorona,
negro y cariñoso.
Yo soy como el chile verde, llorona,
picante pero sabroso.
Yo soy como el chile verde, llorona,
picante pero sabroso.

Dicen que yo no tengo duelo, llorona,
porque no me ven llorar.
Dicen que yo no tengo duelo, llorona,
porque no me ven llorar.
Hay muertas invisibles, llorona,
y es más grande su penar.
Hay muertas invisibles, llorona,
y es más grande su penar.

Se llamaba Caridad, vino de Graná,
reía con ná. Aún estando destrozá
seguía con ganas de cuidar.
Cocinando sus migas se colaban
lágrimas, confesándole a su nieta
que ya no podía más
Yo era niña y le decía:
Pero por qué no te vas?
Ella me miraba tierna:
Si es que no tengo de ná.
Guerra fría si él se cruza,
tiene al enemigo en casa.

Tanta rabia acumulada trajo
el ingreso sin alta.
Me hace falta tu alegría y tu piel,
tu risa floja tu quererme bien.
Te haré con plumas abanicos verde olivo
pa'que suban ahí contigo
y decores el paraíso.
Tu grito es mío, tu mudo quejío,
el sentido de toíto lo que yo escribo, el motor.
Quiero ser tu voz,
un grito atroz,
tus ganas de ser flor
en medio de tanto trigo.
No sé qué tienen las flores, llorona,
las flores del campo santo
No sé qué tienen las flores, llorona,
las flores del campo santo
Que cuando las mueve el viento, llorona,
parece que están llorando.
Que cuando las mueve el viento, llorona,
parece que están llorando.

Ahora que soy deseante,
que me palpita fuerte el arte,
que tengo voluntad de aguante.
Ahora que empiezo a saber
por qué me nace lo que me nace,
no puedo dejar de ver
que donde coloco mis pies
queda la huella húmeda del ayer.

Su lucha de boca cerrada
es el gesto que llevo en la cara:
cuestionada por solo vivir
que formas ajenas decidan por mí.
Lobotomizada, no sé decidir
qué deseo, qué quiero, qué creo sentir.
Que los jueces pasen por aquí,
todo lo que dije no salió de mí.
Si lo pienso, porque lo pienso.
Si no quiero que por qué me cierro.
Qué blandita que no respondí.
Me pongo violenta, dices que perdí.
No tengo certeza ya ni de existir.
Me construyo según lo qué digan de mí.
No cambia la historia, solo la manera
de vernos cercadas, cerquita de ti.

De objetos agachados
a objetos empoderados.
Hace falta rajarme pa' ver
que mi carne es carne y la tuya también?
Mitad de camino, abierta la piel,
despacito voy, descender pa' crecer.
Tengo mi mano libre por si ves
cogerla fuerte y echar a correr.

Ay de mí, llorona, llorona,
llorona de azul celeste!
Ay de mí, llorona, llorona,
llorona de azul celeste!
Aunque ya no te siga, llorona,
no dejaré de quererte!
Aunque salve la vida, llorona,
no dejaré de sentirte
bajo mi piel.

No dejaré de sentirte
junto a las raíces.
Eres mis raíces.
No me olvidaré de
que eres mis raíces.
Ay, ay, ay, ay
Llorona
Ay, ay, ay, ay
mi amor...

!Ay, ay, llorona!
Ay mi amor