A contramundo

A contramundo, a contraflecha,
a toda desvelocidad.
Siguiendo el rumbo de otras estrellas
de un cielo ciego de ciudad.

No voy a llegar muy lejos,
no hay por qué llegar.
Y aunque estoy cansado y viejo,
salgo a caminar.

Entre calendas y carnavales
de un almanaque circular,
luchan las dudas horizontales
con la certeza vertical.

No voy a volar muy alto,
me faltó ambición.
Sin disfraz en este asalto,
bailo en el portón.

Si entro a la cueva de los ladrones,
donde se vende circo y pan,
seré comida para leones,
bajo el capricho de un pulgar.

Pirotecnia y alharaca,
fruta de estación.
Ser tormenta de matracas
nunca me gustó.

Con sus carteles de fugitivo
empapelaron mi portal.
Por los laureles, por los olivos,
sus perros me perseguirán.

Sin carreta y a los tumbos,
salgo del convoy.
Mi caballo a contramundo,
sabe a donde voy.