He perdido la cuenta (x2)
Cada lunes todo vuelve a empezar.
Intento ser una persona ejemplar.
Me habré cansado a mediados de semana
cuando me digas con toda honestidad
que todavía no he aprendido a llorar.
Cuando estoy triste no lo puedo tolerar.
Acabo en el psiquiatra una vez más.
Construyo a mi alrededor un grueso muro.
Cierro los ojos y lo intento de verdad.
Pero no puedo, sólo crece mi ansiedad.
En mi cartera siempre un blíster de Orfidal.
No sé qué pasa, pero lo intuyo.

He perdido la cuenta de todas las veces que me he caído.
Si me fallan las fuerzas, ayúdame a llorar contigo.

En mi familia hay una historia singular.
Cuentan que de pequeño no sabía llorar.
Que si lo hacía me solía desmayar.
Luego caía en un sueño muy profundo
y no volvía hasta después de unos minutos.
Quizás por eso sea un sentimental
que no ha aprendido todavía a aceptar
que las personas vienen y van.
Cierro los ojos y lo intento de verdad.
Pero no puedo, sólo crece mi ansiedad.
En mi cartera siempre un blíster de Orfidal.
No sé qué pasa, pero lo intuyo.

He perdido la cuenta de todas las veces que me he caído.
Si me fallan las fuerzas, ayúdame a llorar contigo.
He perdido la cuenta de todas las veces que me he caído.
Si me fallan las fuerzas, ayúdame a llorar contigo.
He perdido la cuenta de todas las veces que me he caído.
Si me fallan las fuerzas, ayúdame a llorar contigo.