Te estaba mirando desde el fondo de la sala
pero no me notaste y levantaste el teléfono de tu casa
y te escuché decirle a algún amigo que pensabas que estabas enamorada de mí
y me asusté y me dio miedo y el mundo se cayó justo frente a mí
y no quería lastimarte y te amaba más que a nadie que hubiera conocido antes
y pensé que eras una belleza
y quería ser tu amigo y quería tomar tu mano
pero no quería vivir contigo ni tenerte en mi cama
porque yo, yo no soy bueno para nadie y tú eres la mujer perfecta
sabes que yo, yo no soy bueno para nadie y tú eres la mujer perfecta
y luego me dijiste que teníamos química y salí corriendo
y asusté a dos niños ricos que me llamaron un bicho raro y fueron a buscar a sus papás
y entré en pánico como un novato en la primera base una mañana de domingo
pensé que nunca volvería a casa o siquiera sobreviviría la temporada
y luego me apresuré a Seven Sisters y conocí al rabino mágico allí y me llamó por mi dulce nombre
y me envolvió en su capa mágica y me contó la misión que Dios había planeado para mí
dijo toma un avión a Brasil y compra algunas buenas piedras allí, bebé
y luego tráelas de vuelta en tu estuche de guitarra y véndelas al doble del precio que pagaste
y luego comprarás una casa de verdad en algún lugar cálido y la amarás hasta el día en que muera
y yo estaba como Dios, vamos, dame un respiro, sabes que no voy a ir a ningún lado con ella, sabes lo que quiero decir
sabes que yo, yo no soy bueno para nadie y tú eres la mujer perfecta
sabes que yo, yo no soy bueno para nadie y tú eres la mujer perfecta
como dije, ella no es buena para nadie

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