27 pisos, ciento y tantas puertas
Mil y una historias que contar
Uno que otro duerme, 3 o 4 lloran
Un niño no se acaba su cereal

Uno está alegando, el otro cocinando
Nueva familia en el cuarto de a la par
Cena para uno, cena para dos
Que al final terminan con el postre en el colchón

El que duerme no escucha a los que lloran
El del cereal no sabe quien acaba de llegar
El que alega sólo quiere una cena
Quien cocina quiere a alguien para apechugar

Los nuevos tienen miedo de socializar
Buscan su espacio y no quieren a nadie molestar

Luces que se apagan
Luces que se encienden
Cajita de historias separadas por paredes
Son desconocidos todos los vecinos
Habitantes de la soledad

Pasos del de arriba, ecos de las risas
Se vuelve rutina ignorar
Roncan en la sala, frente a una pantalla
O buscan las llaves para salir a pasear

Juntan las monedas para pagar las cuentas
Y hay quien paga renta en un segundo hogar
Otro luego del trabajo con cigarro en mano
Cuestiona su vida a la orilla del balcón

El que ronca no escucha las carcajadas
El que junta las monedas quiere un hogar formar
No logran salir de la rutina
El de las llaves tiene miedo a la soledad

Los dos hogares saben que algo anda mal
Cómo le digo al que fuma que vale la pena intentar

Luces que se apagan
Luces que se encienden
Cajita de historias separadas por paredes
Son desconocidos todos los vecinos
Habitantes de la soledad

Alguien dijo que a nadie
Le interesan la gente y sus tristezas
Pero heme aquí contando tu canción
Tan cerca y tan lejos de cerca me pierdo
Pero de lejos entiendo

Luces que se apagan
Luces que se encienden
Cajita de historias separadas por paredes
Son desconocidos todos los vecinos
Habitantes de la soledad

Luces que se apagan
Luces que se encienden
Cajita de historias separadas por paredes
Son desconocidos todos los vecinos
Habitantes de cualquier ciudad