Recuerdo aquellas tardes de domingo en la iglesia,
Donde me hablaron de ti, una presencia etérea.
""Es el padre de todo"", decían con reverencia,
Pero yo, pequeño, no entendía tu esencia.
¿Eras un tío lejano o un amigo imaginario?
Tu amor incondicional sonaba extraordinario.
Me perdía en las historias de un libro sagrado,
Buscando tu rostro en cada página, emocionado.
Pero solo encontraba palabras y más palabras,
Promesas de salvación mezcladas con amenazas.
""cma a Dios"", me decían, ""o arderás para siempre"".
Y yo pensaba, ""¿Qué clase de amor es este?""

Dios silencioso, ¿dónde estás?
Prometes amor, pero das soledad
Fe absurda exiges, razón me das
En tu ausencia, encuentro verdad
Niño pregunté, de adulto no respondes
Tu imagen se desvanece, se esconde
Entre dogmas y miedos ancestrales
Solo el silencio queda, ecos irreales

Crecí escuchando de tu poder y tu gloria,
De cómo creaste el mundo, una fantástica historia.
En la escuela aprendí sobre ciencia,
Empecé a cuestionar toda tu omnipotencia.
Te llamaban por mil nombres: Dios, Jehová, Yahvé,
Pero ninguna imagen tuya jamás encontré.
Como un rey sin corona, sin tierra ni palacio,
Tu reino, decían, estaba en el vasto espacio.
Me hablaron de tu amor, pero también de tu ira,
De un juicio final con todos en la mira
Y yo, en mi inocencia, no lograba conciliar
Cómo el amor y el miedo se podían mezclar.

Dios silencioso, ¿dónde estás?
Prometes amor, pero das soledad
Fe absurda exiges, razón me das
En tu ausencia, encuentro verdad
Niño pregunté, de adulto no respondes
Tu imagen se desvanece, se esconde
Entre dogmas y miedos ancestrales
Solo el silencio queda, ecos irreales

Con el tiempo, las preguntas solo se multiplicaron,
Y las respuestas de los mayores ya no me bastaron.
¿Por qué permitías el dolor si eras todo bondad?
¿Por qué tu existencia era una gran oscuridad?
Me hablaron de un cielo, también de un infierno,
De un amor condicionado a un comportamiento eterno.
Y pensé en Estocolmo, rehenes y captores,
¿No era similar amar por miedo a tus furores?
Busqué en los libros, en el cielo, en la gente,
clguna señal de tu presencia omnipresente.
Pero solo encontré silencio, un vacío profundo,
Y entendí que quizás, no había nadie en este mundo....
...Más allá de nosotros, de nuestros propios actos,
De la bondad humana y nuestros pactos.

(En este mundo... no)

Dios silencioso, ¿dónde estás?
Prometes amor, pero das soledad
Fe absurda exiges, razón me das
En tu ausencia, encuentro verdad
Niño pregunté, de adulto no respondes
Tu imagen se desvanece, se esconde
Entre dogmas y miedos ancestrales
Solo el silencio queda, ecos irreales

(La ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia...)
(Pero no voy a ponerle tu nombre a la ignorancia del resto...)

McCHETE!
Este es el RENcCIMIENTO!
Un renacimiento agnóstico!