Escribiéndote a ti preciada luz divina
Que cuando te ansían eres más esquiva
Expía mis pecados a través de éstos recados
No me dejes caer en la monotonía
Ni lento ni rápido se trata de armonía
Suerte la mía visita ésta noche fría
Sé que no te gusta hablar de viejas conquistas
Te ariscas, disfrutas de nuevas conquistas
Dictas meritorias tácticas ante la vida
Disminuyes el impacto de ésta caída
Para invocarte solo necesito
Sangre, sudor y saliva.

Los antiguos las buscaban la había en las estrellas
Y tú eres una de ellas
Desde niño te soñaba, pero no entendía
Que eran registros de otras vidas
Aún que yo te toco yo soy tu instrumento
Yo soy la flauta y tú el viento
Tú eres el sueño y yo el recuerdo
Otra hoja que lleva el viento

En el firmamento
Tú silueta veo esta
Miro nuestra estrella
Y siento tu palpitar
Aún quizás en donde estás
La misma te dirá
Que te sueño en las noches
Y anhelo al despertar
Pasarán los meses
El tiempo no va apartar
Si se pasa esta vida en otra voy a buscar
La plenitud y calma
Después de la tempestad
Camino hoy por la vera que solíamos cruzar
Paciente recluso que trono en un pedestal
Denominado duende que habita la oscuridad
Un pétalo de rosa que tiende a marchitar
O un terruño de tierra que vio nuestro amor brillar
El valor del sueño de un pequeño respirar
La fuerza y empeño
Que me diste al llegar
Postrada en mis oídos
Y a nadie puedo negar
Partidos mis latidos
La musa del comensal