Vívela

Sacame el metrónomo
Ya hay mucho ruido en la metrópolis
Hasta con audífonos
No logro escuchar cómodo
Como como mi brócoli
Me llaman del sitófono
Saludos a los unísomos
Volando como un colibrí
Siento que el aire es sólido
No soy na biólogo
Soy más de los filósofos
Pero no sigo códigos
Ni oráculos simbólicos
Es ser autónomo
No conozco otro modo
Modas solamente ignoro
Oras horas sin propósito
A un dios que nos dejó solos
Y habla de amar al prójimo
Que pase el próximo
Que quiera hablar lo ilógico
Lo invito es de nosotros dos
Comparta con el público
No me publique no me grabe
Ni me saque fotos
No hagamos el ridículo
Límpiese el tabique
Antes de perder el foco
O el cariño de tus vínculos
Es lo que llena el dique men
Amor, mejor estímulo
Te amo madafaka!

Lo digo sin doble sentido, de hecho, tiene cuatro.
Sobre lo que escribo hay un techo y un gato trota,
por el segundo piso, entre pasadizos galopa.
Con rumbo preciso un trotamundo no se agota.

El orden es imperfecto: ¿440 hertz?
Observo que el texto explota,
ves que al borde del colapso es donde mis ideas flotan.
Cuando sobre qué decir voy escribir mil notas.

Es la nitidez y solidez que dan soporte
a un estado de tranquilidad eterna.
Espero una y otra vez ser un aporte,
pues estar apartado me dio paz interna.

Quién da más por estar contigo.
La compañía alegra cuando es de verdad, estai vivo.
Antes de que ceda la cuerda y pendan de un hilo,
recuerda, que nunca pierda el sentido.

¡Vívela, recíbela, escríbela!
Vive la vida que es tuya, solo tuya.

¡Vívela, recíbela, escríbela!
Vive y no dejes que nada te la destruya.

¡Vívela, recíbela, escríbela!
Vive la vida que es tuya, solo tuya.

¡Vívela, recíbela, escríbela!
Vive y no dejes que nadie te la destruya.