Oscuro tormento, noche dulce.
Sin la luna, sin otras estrellas.
Bajo un nublado cielo triste
huyes de todas tus pesadillas.

No puedes respirar,
no dejas de llorar.
Seca tus lágrimas,
escúchame cantar.

Con mi voz llegaré
hasta tu corazón.
Contigo yo tendré
tristeza y dolor.

Ninguno se salvará
de nuestro infierno.
Patéticos lamentos,
morirán en silencio.

Escribe tus versos con mi sangre,
mi piel será ese triste lienzo.
Guardaré tus lamentos por siempre,
más solo callaré con un beso.

Mi amor, mi dolor,
contigo seguirán.
Esta voz tus sueños
por siempre cuidará.

Nunca abandones
mi voz en silencio,
duele más que cantar
tus lastimeros versos.

Ninguno se salvará
de nuestro infierno.
Patéticos lamentos,
morirán en silencio.

Tiritante estrella no dejes
que tu brillo de ti se aleje.
Me perderé si desapareces,
a mi lado duerme para siempre.

Un verso, un beso nos atormentarán.
Tus lágrimas armonizarán con mi voz.
Tu sangre de carmesí mi piel cubrirá.
Cantemos en tu triste cielo nocturno.