Ella que fue de su padre la princesa consentida
Tanto él la amó, que día y noche trabajaba
Para que nada le faltara a su niñita

Todo cambió cuando a sus veinte descubrió que en cinta estaba
Y a la vez unas manos criminales la vida de su padre arrebataran
Embarazada y solita con su madre
Cuentan que muchas veces la vieron llorar
Nació su hijo y entre dificultades
Ella juró que por los dos iba a luchar

Se fue a vender sexo y caricias en la calle
La niña tierna y consentida de ayer
Que murmuraran eso no habría de importarle
Mientras su madre y su hijo tengan que comer

Ayer la ví y con tristeza me contó cuánto ha sufrido
Me dijo que ya se olvidó de sonreír
Porque tiene el corazón endurecido
Pero lloró vi muchas lágrimas que mojaban su cara
Pues recordó, aquel buen hombre que luchaba
Para que nada a su princesa le faltara

Ahora la niña que jugaba con muñecas
Espera a alguien que venga a comprar placer
Y que murmuren eso a ella no le importa
Mientras su madre y su hijo tengan que comer
Y si un día vas al bar y casualmente la vieras
No la vayas a insultar, ella no es una cualquiera
Ella es hija y también madre
Ya no la llames ramera