Pa´l ganadero
sólo hay carne y cuero,
y no da abasto,
necesita pasto
pa´que el ganado
engorde su mercado
e ir con su “tropa”
a pasear a Europa.

Tierra aborigen,
allí se dirigen
miles de soldados
(que son sus empleados).
Los terratenientes
le hincan el diente
a un “desierto”
que estaba cubierto.

Que valiente es Don Julio Roca
con su fusil miren como provoca.
Las hormigas no mata de a una:
las extermina a todas en su “cuna”.

Los traen a pie
y mientras toman té
las señoras
de altas esferas
se reparten
al aborigen
como es costumbre
para servidumbre.

Se quedan millones de hectáreas
pocas familias de oligarcas.
Ponen sus nombres
estos superhombres
a las montañas,
estas alimañas.
Hacen estragos
rebautizan lagos,
se creen eternos…
y regando sangre siembran su reino.

Desde el 1.500 le han hecho la guerra
a los verdaderos dueños de estas tierras.

Túpac se alza en armas, revolución andina,
y a los indios en Jujuy la corona los asesina.
A Rauch lo degüella el ranquel “Arbolito”,
es mejor luchar que rendirse quietito.
En Salinas Grandes el Cacique Calfucurá
se pone al frente del bando indígena.
Los Tehuelches Sayhueque e Inacayal
caen en manos del terror estatal.