Miro al invierno
Meditando en mi ventana
Él me mira a mi
Pero sé que no ve nada
Solo los escombros
De mi mundo que se acaba
Mientras pienso en los hombros
En los que un día lloraba

Abanicos de papel
Para que maten mis tormentos
Y de aire a mis palabras
Que descansan en el viento
Ya vi en todas lo mismo
Sé que tienes otro efecto
Te amo si estoy ebrio
Pero más cuando estoy cuerdo

Cuervos tocaban
La otra cara de la puerta
De parte de la parca
Que yacía muy enferma
Dijeron que la cura
Estaba escrita en mi libreta
Así que entendí cuánto sanan
Todas esas letras muertas

Y la muerte nunca más vino a buscarme
Por eso me enfoqué
En querer vivir del arte
Por las veces que callé
Y no supieron callarme
Por esas tardes de frees
Que tiramos en el parque

Y en ese parque veo
Pasión y besos leves
Erizan al mundo
Mientras observan sus pieles
Y yo hablándole a ese pétalo
Sin saber si me quieres
Dichosos los que se quieren
Dichosos los que se tienen

Vienen días duros
Teñidos de color gris
Pero estoy casi seguro
De volver a sonreír
Que pinte mi mejilla
De ese intenso carmesí
Y me abrace como una niña
En las aceras de París

Mi lugar no es lo mejor
En los ámbitos de empleo
El dinero se va
En lo que dura un parpadeo
Con las vueltas de la vida
Con la vida y su mareo
Las cunas de oro
Se entregaron por sorteo

Veo a Dios cuando me escucha
Y si no escucha no lo veo
Así que solo en la lucha
Encarando como Leo
Mi vida es esa cancha
Ni medallas, ni trofeos
De todo lo que jugué
Mi memoria será un museo

Usé otra razón
Para describirme un poco
Usé otro corazón
Para no sentirme roto
Un ancla liviana
Pero que llegue hasta el fondo
Y otra lágrima perdida
Que se encontrará en mi hombro

Escombros no soy
Y sobras nunca fui
Se que no me conocen
Pero hablan sobre mi
Pueden ver mi rostro
Pero nunca su matiz
No digas yo lo conozco
Pues ni yo me conocí

Si
Mejor me enciendo otro cigarro
Y miro el humo que me venden sus vocablos
Y si te hablo, en el establo
Sabrás que me hago polvo
Mientras tu te vuelves barro