Saudade, te maté de hambre
Y tarde te enterré con el rencor
Si hoy ya no sé tu nombre
Tu rostro nunca me dio tregua
Sería un milagro no ver
En el amor esa flor perenne
Que brota en la luna negra
Que se seca, pero nunca muere
Verdad, te rodeé desde lejos
Y tarde me acerqué al miedo
Si ayer canté tu nombre
El eco ya no muere temprano
Sería un milagro no tener
El amor, esa rima breve
Que el brillo de la luna llena
Despierta de un sueño ligero
Irene
Irene
Irene, Irene
Irene
Irene
Irene, Irene

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