4:50 de la mañana, suena la alarma y despierto en una cama lejos de casa,
Otra ciudad, otro aeropuerto, otro estado de la mente,
Han transcurrido 5 años desde que puse la última línea en un triángulo Equilátero,
hoy estamos aquí, abriendo un nuevo ciclo, un nuevo estado
En el proceso me he convertido en padre, pise diferentes aeropuertos, escenarios y etapas del proceso, siguiendo el camino corte relaciones, hábitos, costumbres, círculos que estuvieron en bucle con el paso de la vida, se sumaron nuevos calendarios, han ocurrido muchos cambios, muchas capas se tuvieron que dejar para llegar hasta aquí, muchas millas recorridas para poder planear un regreso,
pusimos en un caldero cobre, estaño, creencias y patrones que estuvieron reverberando hasta fundirse y lograr un líquido espeso pero brillante,
con mis hermanos formamos un equipo, hemos soñado sin parar, puliendo el metal a punta de golpes y calor, calando cada habilidad y cada defecto, entendiendo que la música y la vida deben ser flexibles y resistentes a la vez como el metal, el fuego lo moldea, el agua fría asegura su forma, a través de la experimentación y el sentido de los números sabemos que la música va mucho mas allá de un sonido o una estética, es un estado espiritual dónde se llega a un lenguaje sin palabras, el número 0 nos dio el inicio, el vacío y la soltura de no pretender un puesto, iniciando este camino el numero 1 nos trajo conocimiento y experiencia, el martillo de los errores y aciertos nos ha forjado, hemos puesto valor a cada segundo en esta nueva joya, hemos descrito una ausencia de presencia, somos Oro por qué venimos de allí, el barrio nos respalda, nos entrego códigos y respeto
lo inmortalizaremos en una imagen, en una simple medalla, en un símbolo, una estatua de Bronce...Bronce..