Pasábamos de la evocación de Rocamadour a un plato de fideos
recalentados, mezclando vino y cerveza y limonada, bajando a la carrera para
que la vieja de la esquina nos abriera dos docenas de ostras, tocando en el piano
descascarado de madame Noguet melodías de Schubert y preludios de Bach, o
tolerando Porgy and Bess con bifes a la plancha y pepinos salados.

Tengo historias llenas de sucesos bohémicos
delirios, cantos, rap y viajes psicodélicos
experimentos estrafalarios y poco poéticos
alguna que otra historia cuática con hechos poco éticos
anécdotas trágicas y personajes un tanto excéntricos
rimas famélicas que no tienen merito,
proyectos descabellados sin pensar en lo estético,
algo tranqui no hay necesidad de ser frenético.
Estar calmado entre acordes energéticos
fluyendo en mi, si, sol, fa con un sentir esplendido,
escuchando sus clásicos o rituales esotéricos,
recuerdos rápidos que atraviesan mi lado hermético.

Mi mente da vuelta al mundo
y pasan los segundos
viajando los colores son profundos,
el viento iracundo
cambio mi asunto,
es que no ando con el tiempo justo
como llego a todos los lugares,
la conexión conmigo alumbra mis visiones
puedo reír, cantar, todas las canciones
ver esa geometría repartia' en fracciones
en este mundo, en este valle
me alejo de la mala energía que va por la calle
para ir tranquilo en mi vía
llego a todos los lugares y sin monotonía.

Pensé que no iba a pegar,
pero ya no hay vuelta atrás
estoy acostumbrado a ser,
lo que antes creía odiar
miro la luna y el rio,
desde mi soledad.

(desde mi soledad...)
Me alejo en este instante un rato de este planeta
que la vida está dura como anfeta
dramática sinergia que constante me reta
me paso el tiempo en modo Beta
no hay tanto de mi solo un boceto
con tantos colores ya no existe receta
me sigue esa culpa cuando no me comprometo
y faltan varias horas pa llegar a la meta
meta-delirante se me acaba el monologo
volver a lo de antes como foto análoga
líneas que se fuman y no desahogo
este divague eterno que ya no sé catalogar

Me siento como caminando por un campo de frutillas
respiran el aire me decían
la gente es extraña, todos se reían
con sus pequeñas alas por el cielo volarían
acido lisérgico, placido y energético
canticos frenéticos, dramático, pretéritos
impertérrito es este territorio
mas solo estoy de paso en el regazo del demonio
y ya no hay caso, se dibujaron los trazos,
amarradas con el lazo, está la mente en inconsciente manicomio
por el subconsciente, por el amor y el odio
y por los dementes que no podemos estar sobrios.

Pensé que no iba a pegar,
pero ya no hay vuelta atrás
estoy acostumbrado a ser,
lo que antes creía odiar
miro la luna y el rio,
desde mi soledad.

(solo de trompeta)