Hasta no ver amanecer, no paro
Envejecer y no crecer esclavo
Bajo la voz, hay una esfinge en mi carne
Y una piraña en el estanque

Puedo fingir, puedo mentirme a la cara
Y voy a ver por todas partes
Que el miedo es mi enemigo
Que la ansiedad nada en mis venas

Peregrinar y no cantar en vano
Repetir la palabra, organizar los pasos
Voy a sacar todas las voces que ladran
Y a la guitarra del estante

Así seguir enrojeciendo mi sangre
Alimentándome del hambre
De conocer la condición
De los caminos que me quedan

Cuánto tiempo mas tendré
Que buscar para parar
Hasta no ver que hoy
Quizás esté derrochandolo todo

Pensándolo mejor
Voy a caer, van a reírse en mi cara
Pero eso a mi ya no me importa
Poder amar sin pretender que me amen
Y no temerle a la muerte
Eso es lo que hoy necesito
Así transformo este momento