Creo que es tiempo de que ya caigan los truenos,
De que no llueva del cielo, Si no desde mis adentros;
Creo que es tiempo de alejarme de la gente,
Que deciden con prejuicios la juzga de mis recuerdos.
Hoy he venido entre milenios, no entre años,
Para mostrarle la esencia y alejarlos del rebaño,
Un rebaño… que ya está contaminado,
Un rebaño poseído pudriéndose en los antaños.
Instruido por mi madre con el corazón de Apolo,
Crecí yo como un Dionisos, descontrol de polo a polo,
Me estrelle contra mí mismo, creyendo que tenía oro,
Y era como un vulgar griego, daba ideas, lleno de odio.
Lleno de odio… me levante entre los muertos,
Conocí a la madre ciencia literaria de mis ancestros;
Poesía traspasada a través de muchos sueños,
Que en estas noches en vela, palpita desde mi centro.
Mis entrañas se congelan, cada vez que digo esto,
El que era yo murió, estoy en envase nuevo;
Esta carne es amuleto, con un cerebro perfecto,
Traspase mis dimensiones para llegar a este cuerpo.
Un cuerpo que por los años se encontraba destruido,
Juro dejar de ser humano cuando lo haya conseguido;
Transmutar mis pensamientos más allá de los sentidos,
Y poder ver a los muertos que siempre habitan conmigo.
La madre que me crio y me trajo a este plano,
Fue testigo de mis caídas, elevadas y otros cambios;
En el pasado un nigromante, metafísico y pensante,
Que pudo curar su cuerpo, bebiendo flujos extraños.
Al caer este milenio, nacerá de nuevo un Dios,
O que sea el renacer de su instinto creador;
Instinto colonizador, el humano superior,
Perfección de lo imperfecto toma posición de Thot…!!
Más allá del bien y el mal…! Encontré mi propia voz