Tú estuviste cuando todos me faltaron, yo-
No sabía que estamos solos, corazón-
Y que para estar contigo, tuve que perderlo todo y así nada me quedó, yo-
Voy con la boca seca, la ropa tumbada y los bolsillos rotos-
Con mi alma que peca, un dolor que canta y repite el coro.
Dime, si deveras me escuchas cada que te pido un favor-
Y si acompañas mis pasos cada que salgo del cantón-
Porque tú me sigues y creo que te pierdo pero me persigues-
A donde vaya siempre vuelvo a ti.
A veces, severa, y aunque yo quisiera que te fueras sé que vas a estar ahí.
Soledad, no me dejes solo, que te di todo y no tengo nada-
No te encuentro cuando te busco, solo te escucho cuándo te callas.
Soledad, no me dejes solo, que te di todo y no tengo nada-
No te encuentro cuando te busco, solo te escucho cuando te callas.
Cholo, si estás contigo ni tan solo-
Ya lo elegimos y ni modo.
Si solo a solas me perdono-
Preciso de la dulce amargura de mi abandono-
Firmes al lado del pomo.
Tú, tú tan mía, tú solo tú-
Y solo, solo, solo con mi soledad.
Tú, tú tan mía, tú solo tú-
Y si no eres tú, que no sea nadie más.
Y cuándo salgo para la ciudad-
Pareciera que pocos se acuerdan-
Que los locos y los solitarios-
Viven adentro y tú estás afuera.
Y cuando salgo para la ciudad-
Pareciera que no me recuerda-
Porque solo en mi soledad-
Tampoco cuento con ella.
Soledad, no me dejes solo, que te di todo y no tengo nada.
No te encuentro cuando te busco, solo te escucho cuando te callas.
Soledad, no me dejes solo, que te di todo y no tengo nada.
No te encuentro cuando te busco, solo te escucho cuando te callas.
Tú, tú tan mía, tú solo tú-
Tú, tú tan mía, tú solo tú-
Tú, tú tan mía, tú solo tú-
Tú, tú tan mía, tú solo tú.