Primero fue gravedad cero, después un agujero negro,
me hizo volar y después su orbita me atrajo a su templo,
su núcleo ardía por dentro, me atrae su campo magnético,
contemplando el universo, parado justo en el centro.
Algún tiempo fui adicto a su veneno, ya he formado anticuerpos,
algún día fue mi noche, mis versos y hasta mi alimento,
alguna noche fue mi lluvia, mi sol, felicidad, sufrimiento,
fue mi muerte, era mi vida y sabes no me arrepiento.
Desde la Atlántida, o algún mundo perdido,
percibí algunas señales que llegaron a mi oído,
parecía el canto de una sirena, estaba confundido,
más bien era música de muerte, escucharla estaba prohibido,
pero no me importo y me acerque poco a poco,
para ver y conocer tan solo como era su rostro,
me clave en su química, como un científico loco,
me convertí en un astrólogo estudiando sus ojos.

Soy adicto a la noche,
adicto al silencio
soy adicto a estas calles,
pero sobre todo soy adicto,
a la locura
Manicomio Clan hasta la muerte.

NI siquiera National Geographic conocían nuestro secreto,
un amor salvaje que nace en la jungla de concreto,
yo vengo de Marte y viajo hacia Venus a buscarte,
dando vueltas de planeta, buscando tu silueta una obra de arte.
Desde la pirámide del Sol, Teotihuacan hasta la Esfinge,
era un mundo vigilado, por serpientes y alebrijes.
Todas las estrellas nacen, brillan y se apagan,
pero su fuego es eterno y por el infinito vaga.
Anoche paso una estrella fugaz y le pedí un deseo,
que me llevará volando a conocer el universo entero,
jugando basketball con los anillos de Saturno,
pasando con un simple salto desde Júpiter hasta Neptuno.
Intergaláctico capitán, fumando un toque en Titán,
nunca te metas con un Azteca porque mis ancestros te decapitan,
lo llevo en mi sangre, en mis neuronas y en mis células,
algunas almas ven más allá y otras viven incrédulas.

Soy creyente,
creo en la vida en otros planetas,
en las rimas de libreta
creo en Quetzalcoatl,
en Hades, en Zeus,
pero sobre todo creo,
en este micrófono.

Mi pluma tiene forma de nave espacial,
con combustible infinito para siempre viajar,
Houston, tenemos problemas,
me quiere lavar la mente el maldito sistema.
Para que usas tanta crema, si a fin de cuentas se queman,
en el barrio ver, oír y callar es una ley suprema.
Bienvenidos al planeta,
en donde todos sueñan con escapar.